El liderazgo
Este es un tema que se toca
constantemente en diferentes áreas, por ejemplo empresas, iglesias,
universidades, organizaciones comunitarias y muchas más, he escuchado un par de
veces sobre el liderazgo y aprendí que los lideres se pueden clasificar según
ciertos criterios, los hay positivos y negativos, formales e informales, natos
y entrenados, y la lista continua. No he tenido la oportunidad de tratar con
todos los tipos de líderes pero si he tratado mucho con los formales, aquellos
que adquieren su liderazgo porque alguien más decidió depositar autoridad en
ellos.
Lo que más me ha llamado la atención
es que estos líderes resultan ser en un gran porcentaje de los casos, las
personas más inadecuadas para liderar, tienen un gran deseo de ser lideres pero
no porque quieran servir, ni porque tengan buenas ideas, sino porque quieren
tener poder, les gusta la idea de poder dar órdenes a los demás, de tener la
capacidad de perjudicar a los demás e imponer su opinión sobre las otras, lo
que en realidad los motiva es una necesidad no saludable de protagonismo, que
surge de un faltante interno de algo (supongo que ese algo varía en cada caso),
en otras palabras quieren ser lideres para intentar suplir una carencia
personal y no para servir y dirigir las cosas por buen camino.
Esto me ha tocado verlo muchas veces
y en ambientes muy diferentes, no es que me lo hayan contado, la última vez que
lo vi fue en un trabajo, uno de mis compañeros empezó a dar órdenes y pedir
cuentas a los demás, que quede claro que era uno más de nosotros, no es que le
hayan pedido que lo hiciera, con el tiempo empezó a hacer cosas como escribir
chats con preguntas del tipo: “¿mae que paso con estas cajitas que están aquí?”
o enviar correos tales como “jefe es que yo veo que hay gente que en el
almuerzo se mete a facebook (algo que el jefe ya sabia y había dado
autorización) y eso puede quitarnos ancho de banda.
Ese tipo de cosas se hicieron mas y
mas comunes al punto que llego a fastidiarnos a todos y ya nadie lo quería ni
ver, con el tiempo el jefe llego a mencionar en una reunión que las capacidades
de “liderazgo” de fulanito le parecían buenas y que podría convertirlo en
manager, todos sostuvimos la respiración, un trabajo que resultaba aceptable,
estaba a punto de ser intolerable, muchos empezamos a considerar la posibilidad
de buscar otro trabajo. En un momento de claridad, el jefe se dio cuenta de que
se estaba equivocando y no hizo lo que tenía pensado.
Así de complicado puede ser esto del
liderazgo, las personas que vayan a asumir este tipo de posiciones deben tener
tacto y madures, escoger a la persona equivocada para depositar autoridad en
ella puede resultar en un desastre, tal vez la mejor opción para evitarlo sea
usar el concejo que ofreció alguna vez un experto “La mejor manera de asegurar que usted tiene la mejor gente en su equipo es, en primer lugar, no colocar las personas equivocadas en su equipo”
JUANFIORINI. (2013). ¿Cómo elegir
grandes líderes?
Recuperado
de